Decíamos en el “post” anterior que hablaríamos despacio del interesante planteamiento que hace la profesora Guadalupe Jover para abordar la enseñanza de la literatura a los adolescentes. Ella lo llama constelaciones literarias y viene a ser algo así como partir de ciertos temas de interés indudable para los alumnos (y para cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad, diría yo) y crear un itinerario de lecturas abierto en el que alternen textos actuales y antiguos, literarios y no literarios, de nuestra tradición o de otras, de manera que la literatura “clásica” se inserte sin prejuicios en la experiencia vital e intelectual de los jóvenes.
En Un mundo por leer (2007) nos da algunos ejemplos de esas constelaciones literarias, planteadas como una seria alternativa a la historia de la literatura nacional. Son las siguientes: 1) Los amores difíciles; 2) La sed de aventuras; 3) Moverse de casa; 4) El bien y el mal; 5) La paz y la guerra; 6) Utopías y contrautopías; 7) El ser humano y la naturaleza; 8) El dolor y la pérdida. De todas ellas nos ofrece una justificación, un listado de lecturas posibles y algunas pistas sobre cómo desarrollar el trabajo con alumnos y alumnas de una etapa tan complicada.
Así mismo, en el artículo “Se está haciendo cada vez más tarde: Por una literatura sin fronteras” (2008) -incluido en el muy recomendable volumen colectivo Textos literarios y contextos escolares: la escuela en la literatura y la literatura en la escuela– Jover propone otro catálogo similar de constelaciones que, de entrada, me parece bastante apropiado para enfrentar esa difícil tarea de motivar a la lectura literaria en ESO y Bachillerato. Les hago un pequeño resumen.
Jover parte de una cierta simplificación de los intereses juveniles por edades. Si en la etapa 12-14 la atracción por las aventuras, las historias de misterio, fantasía y acción es predominante; con la entrada plena en la pubertad (14-16 años), empieza una mayor búsqueda de identidad y por lo tanto, de referentes válidos que ayuden a los chicos y chicas a sentirse “menos raros”. Un poco más adelante, sobre los 16-18 años, aumentan la curiosidad por el mundo exterior, los debates de tipo ético, el impulso solidario y la conciencia política. Siguiendo esta idea básica, ella plantea las siguientes “constelaciones”:
Etapa | Temática dominante | Constelaciones literarias |
12-14 | Aventura, fantasía y misterio | En busca del tesoro
La venganza del tirano o la búsqueda del criminal A sangre fría |
14-16 | El mundo del yo, emociones y sentimientos | Raros
Querido diario El amor y sus alrededores Te escribiré Hay golpes en la vida, tan fuertes…¡yo no sé! |
16-18 | Problemas de nuestro mundo | Moverse de casa
En pie de guerra. En pie de paz Amarrados a la tierra Fronteras de la ciencia |
Cada apartado de los mencionados no pretende ser un catálogo temático de obras, sino un simple ejemplo de cómo abordar la materia de forma diferente, ensanchando los límites de lo que puede ser un buen curso de literatura. Según Jover, cada propuesta debería abrirse a todos los actores implicados en la educación literaria de los adolescentes y graduarse adecuadamente para que, partiendo de textos sencillos y atractivos, se iniciara un recorrido lector sin punto de llegada fijo. De esta manera que algunos participantes, los más entusiastas, podrán llegar a leer en profundidad un número considerable de obras, mientras que los menos activos alcanzarán al menos un mínimo de desarrollo lector y de conocimientos. Además, siempre resulta esencial en este proyecto reservar todo el tiempo necesario para hablar de las lecturas y compartir la experiencia.
Pero, ¿cómo hacer todo esto en clase? Porque, claro, este planteamiento exige renunciar, al menos en parte, al currículum oficial marcado por la administración. Aquí está el reto. La oportunidad nos la da lo que quede de autonomía en la programación de cada departemento y cada aula y la voluntad firme de cada uno de enseñar a leer literatura, más que mostrar datos y conceptos. No es fácil.
Algunos ejemplos en la práctica
Como muestra plenamente desarrollada de una de esas constelaciones literarias, tenemos en Internet el dossier colectivo titulado Constelaciones literarias. ‘Sentirse raro. Miradas sobre la adolescencia’, publicado como separata del boletín Libro Abierto 35 por el entusiasta y laborioso equipo de Biblioteca Escolar – CREA de la provincia de Málaga. En este trabajo se analizan siete obras literarias interconectadas: Diario de Ana Frank, Hoyos de Louis Sachar, El anillo de Irina de Care Santos, Flores para Algernon de Daniel Keyes, El baile de Irène Némirovsky, Colmillo Blanco de Jack London y Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain. De todas ellas se nos ofrece una guía de lectura íntegra y una amplia propuesta de actividades.
Otro ejemplo de aplicación del concepto de constelación literaria es el llevado a cabo en el IES Monastil de Elda (Alicante). Se aplica a la lectura del Frankenstein de Mary Shelley y su referencia es ésta:
http://iesmonastil.blogspot.com/2008/02/el-mito-de-frankenstein-y-sus.html
Otros usos de la “constelación literaria”
Un concepto interesente vinculado a la expresión “constelación literaria” es la teoría de los polisistemas, expuesta por el israelí Itamar Even-Zohar, según la cual el canon literario es un «polisistema dinámico» en el que algunas obras estarían en el centro (los clásicos ya aceptados como tales) y otras en el exterior (las obras de mérito pero sin reconocimiento unánime); no obstante, todas están sometidas a cambios de criterio a lo largo del tiempo, por lo que algunos clásicos pierden su condición mientras otras creaciones ocupan su lugar.
Finalmente, la idea de “constelación literaria” también puede aplicarse al elenco brillante de obras y autores destacados de un país, una cultura, una época o un idioma; o bien a esos vínculos azarosos por los que unos libros nos llevan a otros, esas lecturas encadenadas a través de líneas más o menos explícitas en que escritores que apreciamos citan o recomiendan otras obras. Esta última idea se desarrolla en el blog de Regina-Exlibris.
Referencias:
Guadalupe Jover (coord.) (2009): Constelaciones literarias. ‘Sentirse raro. Miradas sobre la adolescencia’. Málaga, Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. 240 pp.
Guadalupe Jover (2007): Un mundo por leer. Educación, adolescentes y literatura. Barcelona, Octaedro. Colección Rosa Sensat 12.
Guadalupe Jover: “Se está haciendo cada vez más tarde: Por una literatura sin fronteras.” En Carlos Lomas (coord.) (2008): Textos literarios y contextos escolares: la escuela en la literatura y la literatura en la escuela, pp. 148-178. Barcelona, Graó. Biblioteca de Textos 249.
Itamar Even-Zohar (2007): Polisistemas de cultura. Tel Aviv, Universidad de Tel Aviv, Cátedra de Semiótica. Libro electrónico en pdf.
[…] G. (2009). Sentirse raro. Miradas desde la adolescencia. Junta de Andalucía. Se trata de una constelación literaria, es decir, un abanico de obras literarias que tienen en común un tema. Los protagonistas de las […]