También en el diario El País, se puede leer un sabroso reportaje sobre la nueva edición crítica del Libro de Buen Amor preparada por el filólogo norteamericano Anthony Zahareas. El texto del periodista Abel Grau es una delicia desde el título –Clérigo devoto busca hembra placentera– y nos pone de relieve una vez más algo que ya dejó muy claro Antonio Enrique en su libro El canon heterodoxo: la calidad, la modernidad y la originalidad radical de una obra tan compleja, tan mezclada y rica como este tratado amoroso (y mucho más) que un humilde clérigo medieval nos legó para disfrute de la posteridad. Un libro ameno, alegre y variadísimo que hoy en día ha dejado de ser una obra marginal e incomprendida de las letras hispanas para convertirse en uno de sus mayores tesoros.
Porque el LBA hoy es un clásico sin discusión. A pesar de su forma dispersa, a pesar de que es difícil de clasificar o quizá por eso mismo, porque es un totum revolutum en que todo cabe, porque es un manual de seducción y muchas otras cosas a la vez. Y ante todo, porque es inteligente y divertido.
El LBA es un libro que bebe del Ars Amandi de Ovidio y que se integra perfectamente en la retórica cortesana y clerical de la Baja Edad Media, imitando parcialmente la comedia latina Pamphilus. Por su tono y estilo, se sitúa a menudo al lado de la poesía goliárdica y los cuentos de Chaucer, destacando su vitalismo y sus pasajes más eróticos, pero también debe leerse c0mo una sincera obra de devoción mariana.
En definitiva, el LBA es una obra maestra que, desde la atalaya del siglo XXI, se ve casi unánimemente como una obra fundamental de la tradición hispánica, como una pieza clave que ilumina nuestro panorama literario más lejano y ayuda a entender la admirable gestación de otra de las grandes creaciones de la literatura europea que se hicieron en castellano: La Celestina (1499) del bachiller Rojas.
Prueba última de su actualidad es comprobar cómo todavía hoy adultos y jóvenes disfrutan con las animadas y picantes historias que nos cuenta el voluptuoso arcipreste: con el episodio de la serrana de Malangosto, con el cuento de Don Pitas Payas, con el capítulo en que se glosan los requisitos de la mujer bella… Si no me creen, hagan la prueba en clase y verán. Funciona hasta con los grupos más díscolos.
Y a propósito de los modelos de mujer y de los requisitos para estar guapa, Lourdes Doménech y Ana Romeo aportan en su página educativa una interesante selección de fragmentos de la obra que acompañan con varios poemas contemporáneos sobre la belleza masculina y femenina. Vale la pena observar el contraste y hacer la comparación.
Referencias:
Clérigo devoto busca hembra placentera, artículo de Abel Grau en El País, 9 de junio de 2010.
Texto del Libro de Buen Amor en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Completo estudio del profesor José Antonio Serrano Segura.
Antología del LBA en el excelente portal Materiales de lengua y literatura.
Resumen comentado del LBA en la página de Antonio Tausiet.
Otros enlaces:
Sobre el supuesto mudejarismo de la obra -en opinión de Juan Goytisolo-, podemos leer la entrevista publicada en la revista digital Espéculo en 1999.
Sobre las fuentes del LBA, artículo de Bienvenido Morros en el CVC.